Desde el corazón de la noche azulada se elevan los aromas intensos de un fuego que chisporrotea. Madera, resina y embriagadores olores ahumados saturan el aire elevándose hacia el cielo. Reflejadas en el agua, las llamas naranjas bailan cerca de la orilla. Dibujan el nuevo territorio de un hombre que ha elegido la magia de los grandes espacios, la protección de la luna. Envuelto de luz, se hace uno con la naturaleza y deja ir su alma viajera en esa virgen inmensidad. En esta tierra que traspasa las fronteras, a imagen del nuevo SAUVAGE, el Perfume.
Una variación con una estela
enriquecida en la que François Demachy ha intensificado algunos aspectos,
ampliado la frescura de su impronta, facetado un nuevo relieve y concentrado
una belleza algo salvaje.
El Perfume de una nueva frontera
“Sauvage
es una partitura infinita. Su composición es tan densa que me ha permitido
darle enfoques inéditos facetando su naturaleza con sutiles matices.
Para
este nuevo Parfum, he imaginado que un frescor intenso llegaba al encuentro de
la suavidad de un Oriental. He mantenido intacta la poderosa alma de Sauvage
dándole acentos nocturnos, una atracción animal y facetas más redondas.”
François Demachy
Frescor
nocturno
Para
empezar, la huella de Sauvage sube de nivel. Comienza con la borrasca cítrica
de una Bergamota Reggio de Calabria,
verdadera introducción-firma de Sauvage. Luego, acoge una nota inédita de Mandarina jugosa que multiplica este frescor, otorgándole un
toque afrutado que lo completa, un nuevo rostro jugoso y chispeante.
También
se ha añadido a esta introducción hespéride, un nuevo miembro, el Cardamomo que aparece como una nota
dual, viva. Arranca con un frescor aromático que se va calentando poco a poco y
que evoluciona hacia una calidez especiada.
Su
sensualidad en dos tiempos se prolonga por una poderosa nota de Elemí con los acentos resinosos y
ahumados de un Incienso místico. Es una
entrada que gana en riqueza conservando la firma alegre de un aroma viril
“deliciosamente limpio”.
Madera
sagrada
Un bosque denso,
tan profundo como una noche oscura en la que perderse…
Masivas,
sólidas, las maderas tapizan el fondo. Se elevan hacia la cima con una base ambarada y seca, poderosamente orgánica, que evoca con su lado “salvia”
el ahumado de ceremonias ancestrales. Un poder bruto, subrayado por un acorde cuero con facetas pirogénicas y
animales.
En este
bajo bosque espeso aparecen acentos un poco azucarados y lácteos, que sirven de
contrapunto a esta fuerza seca. El Cedro
de Virginia sorprende con una nota
frambuesa “confitada” inesperada.
A su
lado, una esencia de Sándalo de Sri
Lanka potencia y envuelve el conjunto de la composición. Esta madera adictiva y densa otorga el poder
absoluto de sus acordes lácteos y
untuosos. Está dotado de una nota casi “hormonal”
que fascina…
“El
Sándalo de Sri Lanka posee cualidades fuera de lo común. Sus matices son más
cremosos, más densos. Tiene más “densidad” porque se obtiene mediante un método
de cultivo muy particular que privilegia las condiciones naturales, donde la
mano del hombre casi no interviene.
No
se fuerza a la naturaleza, se la acompaña.”
François Demachy,
Perfumista-Creador Dior
Proveniente
de una plantación en Sri-Lanka que
colabora con Dior desde hace más de 10 años, el Sándalo presente en Sauvage
posee matices ricos y cualidades excepcionales gracias a métodos de cultivo muy particulares.
Difícil
de cultivar, se le acompaña en el inicio de su crecimiento para seguidamente
“reubicarle” en una plantación
totalmente salvaje donde la naturaleza retoma sus derechos.
Es en ese universo rudo y
natural en el que la mano del hombre ya no interviene, donde
cada árbol prosigue su crecimiento, lucha por desarrollarse y sobrevivir llegando
a alcanzar, en algunos casos, ¡los 100 años y más de 12 metros de alto! Ese es
el precio que hay que pagar para que sus cualidades olfativas únicas se
faceten, año tras año, hasta conseguir la Esencia de Sándalo única, poderosa y
rica de Sauvage.
Colores
orientales
Inéditas
en el universo de Sauvage, las evocadoras notas orientales se añaden para
colorear este atractivo cuadro.
El Haba Tonka y su dulzor animal un poco
amargo es delicioso y hace la boca agua. Poderosamente sensual pero con personalidad,
abraza un Absoluto de Vainilla de Papúa
de facetas ahumadas y suaves. Juntos, colorean las Maderas del fondo, dándoles
un nuevo aspecto aterciopelado, una
sensualidad sin excesos.
Perfume
complejo, perfume vivo, el nuevo Sauvage es a la vez dulce y sobrio, magnético como solo pueden serlo las atracciones fatales, teñidas de un poco
de peligro…
Una
nueva interpretación Sauvage donde el frescor
extremo se colorea de tolos cálidos
y orientales y, cuya belleza un poco
“salvaje”, tiene que sentirse sobre la piel.
Un nuevo
perfume altamente concentrado de
estela embriagadora, que trastoca
los sentidos y cuya nueva densidad
ofrece una paleta contrastada.
François
Demachy lo ha compuesto como un desafío, revisitando
una vez más el territorio de la masculinidad.
Un territorio carnal, hasta ahora inexplorado
por Sauvage…
Sauvage brilla con una nueva luz
El Frasco
Aún más sólido,
el frasco de Sauvage Parfum tiene la opacidad azulada de una noche profunda.
Como un cielo nocturno iluminado por las estrellas, de su base surge un azul
vivo, casi turquesa, en el que se inscribe su nombre en plata.
SAUVAGE
brilla con una nueva luz metalizada que refleja toda la opulencia de su nueva
estela.
Johnny Depp y la inmensidad salvaje
La
imagen de Sauvage
Johnny Depp, Mondino y la inmensidad salvaje.
Un encuentro que nos regala nuevas imágenes vibrantes de este monstruo
sagrado de Hollywood. Un fuego alumbra su perfil hierático en la noche azul.
Aún más salvaje, más libre, encarna una versión moderna del hombre del Oeste.
Un lobo solitario, dueño de un mundo que ha elegido a su (des)medida. Un mundo
donde las fronteras solo están para ser ampliadas.
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